De todo un poco

Hace tiempo que no me subía a este púlpito para dar mi homilía. Han sido muchas las palabras de ánimo que me invitaban a seguir escribiendo, pero esta ha sido una época en la que había perdido mi musa. No sé si la he encontrado de nuevo. ¿Qué mas ? El caso es que aquí estoy otra vez.

Muchas cosas han pasado desde la última vez que escribí. Sin embargo nada ha cambiado. Ya queda lejos en el tiempo el bautizo de mi sobrina. Teníamos que llevar a los padres del aceituno (mi cuñado) a Lérida, para la celebración de dicho sacramento. La hora de salida era las 0930 AM y ya pasaban unos minutos cuando mi padre espetó: "Estos cabrones no serán como su hijo" haciendo referencia al gusto por la tardanza al que nos tenía acostumbrado nuestro queridísimo aceituno.

Lo mejor de todo fue la misa. El cura era un iluminado. Un clon de Jesucristo Superstar. Una sotana con el cuello subido le daba un aire bohemio. Su barba bien poblada y desarreglada camuflaba un micro tipo Madonna que aparecía delante de su boca. Como bien habían dicho las marujas a los críos que allí recibían la catequesis era el tercer domingo de cuaresma así que la estola no podía ser de otro color más que violeta.

El diacono que cocelebraba la misa no se quedaba atrás. Supongo que era diacono porque la estola no la llevaba al cuello, sino que cruzaba su cuerpo como si fuera la banda roja del alcalde. Otro síntoma que delató su posición en la escala jerárquica fue que para leer la palabra de dios el que era el presbítero le tuvo que dar la bendición. No eran estos pequeños detalles los que llamaban la atención de este hombre. La cuestión es que era negro. Un negro que se llamaba Juan Carlos y que leía la palabra de Dios en Catalán. ¡¡Cáscatela!!

Una celebración en Catalán de la que nos enteramos la misa la media (nunca mejor dicho). Pero el espectáculo mereció la pena.

[...]

No sé si recordareis que me habían tirado la moto en el garaje. Pues bien la cosa no se ha solucionado todavía. He tenido que pasar al plan B. Como el fulano causante de todo este desaguisado se ha dado a la fuga y no ha dado señales de vida he tenido que ir a la vía judicial. Así que hice un escrito en la que el vigilante del garaje, quién tanto se ofreció en un principio a testificar en caso de juicio, declaraba lo que había pasado. Se lo bajé para que me lo firmará y ahora va y me dice el muy tontolaba que él iba drogado y que su declaración perdería valor. (Nota mental: Como pierda el juicio denunciar al vigilante en la próxima junta de vecinos) De todas maneras conseguí que me firmará el escrito. Ya veremos que pasa.



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