Pa ' Habernos Matao



Llevaba tres días de calvario. Entraba a trabajar antes del alba y volvía a casa pasado el ocaso. El estrés y el cansancio se mezclaban con un calor sofocante que habían minado poco a poco mi cuerpo.

Volvía de cambiar las ruedas de la furgoneta. Bajaba por la N-IIa dirección Zaragoza. No iba demasiado deprisa pero cuando me quise dar cuenta estaba entrando en una rotonda a más velocidad de la debida. Pisé el freno. Oí las ruedas chirriar sobre el asfalto mientras me culeaba la furgoneta. Cada vez me acercaba más a la rotonda. Con sangre fría solté el freno para volverlo a pisar y que así las ruedas traccionaran. No sirvió de nada. Afortunadamente nadie estaba circulando por la rotonda porque la atravesé en linea recta.

Trás una fuerte sacudida me encontré envuelto en una nube de humo. Por mi cabeza pasaban mil cosas pero sobretodo la cantidad de cosas del trabajo que no podría terminar aquella tarde. Gilipollas.

Salí de la furgoneta un poco desorientado. Lógico, el airbag había aventado mis gafas de sol graduadas a tomar viento y no veía un pimiento. Vuelvo a la furgoneta para buscar mis anteojos. Encuentro la funda con mis gafas de ver. Al menos están vivas. Me las pongo y lo veo todo un poco más claro.

Cuando me doy la vuelva veo que había parado una ambulancía y justo detrás uno de mantenimiento de carreteras.
- ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? ¿El cuello? ¿La espalda? Me pregunta la enfermera de la ambulancia.

Me hice un chequeo rápido para comprobar que a pesar del temblor de rodillas todos mis huesos parecían estar enteros.

Mientras me miraban un poco yo volvi a la furgoneta para quitar el contacto y buscar Los Papeles. No era mi furgoneta habitual así que me costó más que de costumbre encontrarlos. No con falta de sorpresa me dí cuenta que la poliza del seguro estaba caducada. Llamé a los del rentin para dar parte del accidente y que mandaran una grua. No contestaban. Llamé directamente a los del seguro. No contestaban. Empezaba a ponerme un poco más nervioso.

De repente, como quien tiene una aparición mariana, veo a un compañero del trabajo que al ver la furgoneta ha parado. Respiré aliviado. Para mi fortuna era de los espabilados. Trás contarle lo ocurrido y que yo estaba bien le pido que se encargue él de los papeles, grúas y demás. Sin objeción me dice que sin problemas.

En esto que llega la Guardia Civil. Trás explicarles lo sucedido me dicen.
- Que sepa que es nuestra obligación denunciarle por conducción despistada. Serán 42 euros con el descuento y no supone la retirada de puntos. Es la sanción mínima que le podemos poner.

- "Además de puta poner la cama". Pensé para mis adentros. Me parece correcto. Respondí al agente de la ley pero considero que la rotonda no está lo suficientemente bien señalizada. Además fijese que tiene gravilla. - Dijé con falsa seguridad.

- Esa es su opinión y está en su derecho de recurrir la denuncia. Agregó el guardia civil.

- "Encima de Jodido. Agradecido". Musitó el conductor de la ambulancia mientras el guardia civil se alejaba hacía mi compañero y la furgoneta siniestrada.

En esto que se acerca otro guardia civil. - Tendrá que rellenar con sus palabras en este informe lo que ha sucedido. Usando mi mejor retorica aunque si una de mis peores caligrafías, cuando iba por el tercer renglón el GC espetó: "No hace falta que escribas la Biblia". En aquel momento no tuve ninguna frase de la biblia con la que responderle así que sin hacer caso a sus palabras continué escribiendo hasta concluir lo que había ocurrido.

Una vez que todas las formalidades estaban hechas. Me llevaron en la ambulancia a la MAZ. Por si acaso.

Trás palpaciones varias, radiografías y un pinchazo en el culo. Me pusieron un collarín blando, me recetaron drogas, y me dieron la baja por una rectificación de la columna cervical.



Ver mapa más grande