Supongo que la decisión no fue fácil y pensaron que hacían lo mejor.
- Presentar un concurso de acreedores de extinción.
- Presentar a la administración concursal un inventario completamente incompleto.
- Pensar que la deuda a los trabajadores la cubriría totalmente el fogasa.
- Y abrir otro negocio que se dedicara a lo mismo con el material "reciclado" del anterior.
Por lo visto añades cuatro letras al nombre antiguo y 'voila'. Ciertamente de esta forma se minimizan mucho los problemas de cambio del logotipo en las plantillas e informes. Así como evitas a los clientes un gran trastorno por el cambio de nombre.
Yo pensaba que la ley no permitía esto pero parece ser que si.
¡Viva el vino!