Más cabrones.

Hoy en día no te puedes fiar de nadie. No, de ellos tampoco. Son lo peores. Putos correveidiles. No puedes decir nada. A la media hora ya lo sabe quien no debiera y te cae un chorreo. Lo peor de todo es que ahora no le puedo partir la cara al chivato, porque lo volverá a hacer.

Trust no one. Ya lo dijo garganta profunda en Expediente X. No le hice caso. Así me ha ido hoy. No volverá a pasar. No le voy a dar agua ni al amigo. Me limitaré a ser el señor hormiga. A no pensar. Solo trabajar. Se acabó el meterme en camisa de once varas.

No merece la pena tanto azufre y tanta radioactividad. Es peligroso. Me descubro a mi mismo con pensamientos psicópatas. ¿Será peligroso? o tan solo estoy bajo los efectos de mi amigo el acusica.

1 comentario

Reptil Gusano dijo...

Te lo he dicho mil veces. Te pierde esa bocaza que tienes y esa espontaneidad tan sincera.

Debes ser mas comedido en tus declaraciones. Si bien es posible que te resulte arduo al principio, pruebate a ti mismo ensayandolo frente a un espejo.

Tu potencial como orador no puede desvanecerse por falta de autocontrol.

En boca cerrada... patada en los cojones.

Y ahora te dejo que estoy viendo como los bomberos intentan apagar el incendio declarado en el crematorio de Boris Yeltsin. (Las acciones de Vodkas Unidos de La Estepa caen mas del 50%)