Sí, Sí y SÍ

Un impulso primario le había llevado a casa de Ramón. La casualidad había
querido que éste todavía no hubiera llegado. Así que Eme se resignó a esperarlo  allí mismo, en la puerta del portal de su casa. Todavía no llevaba cinco minutos cuando de la nada salió una vecina del patio.

-Hola, ¿vas a casa de Ramón?

-Si- respondió Eme intimidada por un acoso tan directo 

-Pues tengo un vestido que seguro que te queda genial y sé que a Ramón le va a encantar- Interrumpió la vecina.

Esta tía está chiflada, pensó Eme mientras sonreía epatada por lo inesperado de la situación.

-Sube conmigo, te lo pruebas y decides lo que sea.

 [...]

Ramón había recibido un enigmático mensaje de la loca de su vecina. -Ponte guapo!!- Ella no era su tipo pero tampoco estaba para rechazar a nadie, así que rápidamente se arregló la barba y se metió directamente a la ducha. Pantalón de pinzas, camiseta friki y americana. Nada podía salir mal. Aún no había cerrado el bote de desodorante cuando sonó el timbre...

Ramón abrió la puerta y allí estaba Eme, deslumbrante. Un vestido rojo de escote asimétrico que terminaba en una falda por encima de las rodillas, dejando a la vista unas largas y morenas piernas estilizadas por unos tacones a juego con el vestido. 

-Una diosa del infierno ha venido a verme- Espetó Ramón 

Eme sonrió sonrojada mientras respondía: -Persephone ha venido a ver a Adonis"-

-Touché- dijo Ramón entre risas -pasa mujer no te quedes ahí-

Ramón aún no había terminado de cerrar la puerta y Eme ya tenía el vestido por los tobillos.

- Necesito una ducha para quitarme este olor a rancio mezclado con naftalina que tiene este vestido. ¿Hay toalla en el baño? 

¡Tienes una vecina que está como unas maracas! ¿Lo sabías? ¿Te duchas conmigo? - Espetó Eme sin apenas coger aire.

- Sí, sí, y SÍ - Respondió Ramón. 


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